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De cenizas a diamante humano


Se ha incorporado una espectacular innovación a través de la creación de una joya que permite a los familiares del difunto poseer las cenizas de su ser querido compactadas en un anillo o collar de diamante. 

Las cenizas de nuestros seres queridos se convierten en diamantes. Descubre como lo hacen.

 

La industria del diamante humano está en plena expansión y ya podemos encontrar empresas instaladas en España, Rusia, Ucrania y Estados Unidos. La empresa española Algordanza Ibérica comenzó en el 2004 con este novedoso producto que en los últimos años ha logrado una gran aceptación en el mercado alcanzando en la actualidad la recepción mensual de entre 40 y 50 urnas fúnebres procedentes de todo el mundo. Esta empresa recoge las cenizas y las traslada a sus laboratorios en Suiza donde son tratadas sin hacer manipulación del color de los diamantes obtenidos y respetando las preferencias del cliente. Los familiares del difunto pueden escoger entre joyas de 0,3 hasta 3 quilates e inclusive decidir su color que puede ser azul claro o bien blanco con destellos azules dependiendo de la cantidad de boro presente en el cuerpo del fallecido.


Proceso de elaboración de los diamantes humanos

El proceso dura entre cinco a seis semanas.  La compañía asegura que el proceso de transformación es posible en cenizas producto de una exhumación, cenizas antiguas y/o hasta las más recientes. Este diamante humano requiere de 500 gramos de cenizas lo que significa una pequeña parte del cuerpo humano ya que éste deja en promedio entre 2.5 y 3 kilos de cenizas por lo que pueden realizarse un promedio de 5 diamantes por persona fallecida.

Los restos humanos primero son convertidos en carbono, luego pasan por otro proceso para convertirlos en grafito. Una vez realizada esta transformación química, el material se purifica varias veces para luego exponerse a temperaturas de 1.700 grados y se prepara el ambiente donde se realizará el cultivo.  Luego al cabo de unas semanas el material se convierte en una hermosa gema de diamante.

Una vez obtenido el diamante en bruto, será pulido y tallado de acuerdo a las preferencias del cliente. En caso de que lo quiera utilizar en un anillo o un collar, la familia podrá optar por engarzar este diamante en una joyería de confianza o sino la misma empresa que elabora este diamante le facilitará los contactos de joyerías de gran reputación en el mercado. El diámetro del diamante nunca superará los 6 milímetros porque la tecnología no permite fabricar diamantes más grandes.

Durante todo este proceso que se inicia con la recolección de las cenizas en el domicilio de los familiares del difunto hasta la entrega del diamante, el cliente está permanentemente informado sobre cómo transcurre esta elaboración. Asimismo, junto con la entrega del diamante, Algordanza Ibérica extiende un Certificado de Origen con la descripción química de la gema, la cual es única como las huellas digitales de una persona.


Costo de la elaboración del diamante humano

El precio de estos diamantes comienza en 3.500 Euros hasta 28.000 Euros dependiendo de los quilates del diamante y del corte elegido. La empresa también ofrece la grabación del nombre del fallecido. Este grabado láser puede ser de hasta 75 caracteres y su valor es de 580 Euros por diamante.  Algordanza Ibérica tiene sus oficinas en Barcelona, España y posee su laboratorio en Suiza pero cuenta con sedes en 25 países. Atienden también a familias en América Latina, aún cuando no poseen sedes en estos países y siempre ofrece un trato personal y discreto. 

Es sorprendente ver cada vez más empresas innovando el mercado funerario gracias a la tecnología de punta disponible en estos tiempos y como nos permiten homenajear a nuestros seres queridos de maneras que nunca antes hubiésemos imaginado.  El número de familias tanto en Europa como en los Estados Unidos que están interesadas en transformar las cenizas de su ser querido en un diamante, está en ascenso constante. Quizás ya llegó el momento que América Latina también participe de esta revolución en beneficio del usuario y sus afectos.